“Día de la madre” tiene una historia sencilla pero una estética marcada por el exceso y el impacto
La escena inicial de Día de la madre (Dzien Matki) es tal vez la mejor de la película. Una mujer que va con una bolsa de las compras del supermercado va caminando de noche por la ciudad cuando se enfrenta a una pequeña banda. Estos jóvenes, mucho más amenazantes que ella, se sienten en confianza para sus bravuconadas, pero no saben con quien se han metido. Esa pelea que abre el largometraje polaco muestra la estética y también su lógica. Es una gran presentación de personaje y sorprende. Luego de eso habrá otros buenos momentos, pero ya no más sorpresas, aunque el espectador sepa, desde el comienzo, que se trata de una película de acción.
Nina (Agnieszka Grochowska) es una ex agente secreta de Operaciones Especiales de la OTAN. Pero deberá volver a entrar en acción para salvar a su hijo que ha sido secuestrado por unos delincuentes desalmados. El film cuenta la historia de cómo Nina emprende la cacería y el rescate de Max, su hijo, al que ha dado en adopción a un matrimonio que lo ha criado todos esos años. Un beneficio de la misión es volver a ver a su hijo y tener un contacto cercano luego de tanto tiempo.
Es curioso que este estreno de Netflix sea tan cercano a otro, La madre, protagonizado por Jennifer Lopez. Ambas películas tienen una madre que ha dejado en adopción a su hijo (o hija) y que, cuando este es secuestrado, emprende una cacería implacable para rescatar al joven. Ambas mujeres son expertas en el uso de armas y tienen recursos adquiridos en la vida militar. Las estéticas son muy distintas, eso sí, y los guiones tienen diferencias. Pero quien vea ambos títulos en el mismo mes, no podrá pasar por alto tales similitudes.
La madre tiene en sus excesos su marca principal. Esto hará que algunos momentos funcionen muy bien y otros parezcan demasiado absurdos. Lo que no puede discutirse es que tiene momentos de violencia fuertes, algo no tan raro en los films de Europa del Este, un elemento que los diferencias de las producciones de Hollywood, más enfocados en la narración impactante que en la crueldad de la sangre y la tortura. No es de las más fuertes, pero sí tiene momentos así. El villano, por supuesto, es el más cruel de los personajes. Y también es el más exagerado y ridículo, porque a veces el exceso también cae para el lado menos eficaz.
Día de la madreda lo que promete. Violencia, acción y una de esas historias que tanto gustan, donde una madre o un padre, saca a relucir sus habilidades para rescatarlo del mal. Puede ser Liam Neeson, Jennifer Lopez o, como acá, Agnieszka Grochowska, una actriz polaca que cumple perfectamente con las necesidades de su papel. El título se encuentra disponible en Netflix.