Plena cuarentena, los restaurantes y bares se convirtieron en vinotecas.
Ofrecen todo tipo de bebidas alcoholicas en sus vidrieras. Si bien en un principio era para liquidar el stock que tenían con el tiempo se convirtieron en un punto más de venta.
Cada vez son más locales gastronómicos que ofrecen todo tipo de bebidas alcohólicas a sus clientes, una tendencia que comenzó como una estrategia para generar flujo de caja y que ya se convirtió, junto al delivery, en parte del nuevo negocio que le permite a la industria sobrevivir.
“Cuando empezó la cuarentena, a mediados de marzo, los restaurantes se encontraron con un importante stock de bebidas alcohólicas, sobretodo el vino . Ahí empezaron a ofrecerlo al público con muy buena recepción de los clientes”, indicó Daniel Prieto, presidente de la Cámara de Cafés y Bares. “Los mismos proveedores comenzaron a impulsar a los locales gastronómicos para vender este tipo de bebidas y es que había gran cantidad de stock en las bodegas, por lo que nos convertimos en un nuevo punto de venta”, agregó el especialista.
Según datos de Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el consumo de vino en el primer cuatrimestre del año creció 4% respecto del año pasado, pero este aumento no ha sido proporcional. Se cree que en los últimos dos meses ese incremento fue mayor. Para los restaurantes sin poder abrir al público hace casi cinco meses, esto se convirtió en una oportunidad para surfear la crisis.
El confinamiento obligatorio generó que las familias estén mucho más tiempo en sus casa, por lo que siempre es una buena oportunidad para cocinar algo rico y acompañarlo de un buen vino o una rica cerveza.
Según datos de IVC en lo que respecta a vinos, las etiquetas Premium son las que más aumentaron sus ventas durante los meses de cuarentena. Y si bien, no hay cifras oficiales, se estima que en mayo las ventas de vinos en supermercados subieron un 20% respecto del año pasado con preponderancia de las etiquetas más caras.
Fuente : el ambito