BakeryNick: “Si es rico, no engorda.”

El microemprendimiento de un adolescente cautiva a los fanáticos de lo dulce.

En épocas cómo estas, donde el miedo y la angustia están a flor de piel, muchas personas encuentran su consuelo en las comidas. Dulce o salado —no importa lo que prefieras—, muchos estamos de acuerdo en que no hay nada que te suba el ánimo como saborear una buena porción de nuestro plato preferido…

Y eso fue lo que sucedió con las amigas de Nicolás. “Una tarde, 3 amigas me pidieron que llevara algo rico para merendar (yo siempre era el que llevaba la comida a las reuniones). Ahí fue cuando hice mi primer budín de naranja con glaseado… Y cuando estábamos merendando surgió la pregunta de por qué no me hacía una página y arrancaba con un emprendimiento. Así que esa misma noche cree la página.”

Nicolás Torres (17), vivió toda su vida en Jáuregui, una localidad ubicada en el partido de Lujan, Buenos Aires. Aunque tenía trato cercano con la panadería, jamás se imaginó que su destino estaba direccionado hacia allí también.

“Nunca hubo una idea de crear un emprendimiento. Yo solo quería ser más independiente y me las rebuscaba. Ya había trabajado antes en un salón de eventos, y con un familiar. Siempre hacía cosas relacionadas a la interacción con personas, que es lo que mejor se me da.”

Los comienzos improvisados de BakeryNick:

Como no contaba con ahorros algunos, no iba a comprar a distribuidoras o mayoristas. Si no que iba a un supermercado y con una tarjeta de descuentos compraba: 5 kilos de harina, 5 kilos de azúcar y 5 litros de leche. Y para no gastar en transporte, volvía a su casa en colectivo y abonaba con la sube escolar. Mientras tanto, había noches en las que pasaba horas frente a la computadora buscando descuentos o promociones en los productos que necesitaba, para así también mantener un precio económico con sus clientes. Poco a poco fue adquiriendo las maquinarias necesarias para facilitarse su propio trabajo.

Pero cuando los pedidos crecieron de manera exponencial, Nicolás tuvo que pedir ayuda. “Debido a la gran demanda tuve que aprender a delegar y entender que ya una sola persona no puede estar encargada de todo.” Es por eso que hoy por hoy, trabaja en conjunto con su mamá y su abuela.

“Cada día me llena más pensar que BakeryNick no para de crecer, y aunque a veces la cantidad de pedidos me desbordan un poco, siempre hay una salida y siempre, siempre todo pedido será entregado con una sonrisa.”

Al final esta historia tuvo un desenlace feliz. Siguiendo los consejos de la abuela y viendo videos por Internet, a 9 meses de su creación, la cuenta de Instagram de BakeryNick cuenta con: más de 20 tipos tortas a la venta, 40 budines diferentes, Cookies, box de desayunos y grandes proyectos para el Día del Niño, el Día de la Madre y el Black Friday. Sin olvidar su deseo de abrir un local físico y seguir profesionalizándose.